22/2/07

UN REPASO A LA FILMOGRAFIA DE JOHN CARPENTER 2: A VUELTAS CON LOS GENEROS

... Viene de aquí.

Continuamos con el repaso a la filmografía de uno de los padres espirituales de este blog, John Carpenter, y lo hacemos en el mismo año que lo dejamos, 1983.



Tras el fracaso comercial de La Cosa, Carpenter decide arreglar el desaguisado rápida- mente y se decide a adaptar una novela de Stephen King, cosa que había dado muy buenos resultados a los compañeros de profesión que lo habían hecho anteriormente. El resultado fue Christine, una película sobre un coche maléfico que se apodera del alma de su dueño y se dedica a atropellar a quien ose arañar su carrocería. La jugada no tubo éxito, y es que, aunque Carpenter hace un trabajo encomiable, una historia de un coche asesino no da para demasiado en cuanto a cine de terror, más aun cuando el coche es un hermoso clásico como es el Plymouth Fury que protagoniza el film. Aun así la película cuenta con escenas soberbias como la autorreparación que hace Christine o la cómica parodia del susto final ya clásico en las películas de terror desde Carrie, de Bryan De Palma.

Con dos fracasos comerciales a sus espaldas, en 1984 J.C. decide probar suerte con una película muy similar a E.T. pero dirigida a un publico adulto, aquí la relación alien/niño es sustituida por alien/mujer, con sexo incluido. Starman fue un éxito y supuso la nominación al Oscar de Jeff Britches (que con esta película y con Tron merecería descansar en el Olimpo del fantástico). Es ademas una de las rarezas de la filmografía de Carpenter y, pese a que no suele ser de las favoritas de sus seguidores, es todo un ejemplo de cine humanista que aprovecha la ciencia ficción como vehículo para reivindicar valores como la tolerancia, el pacifismo o el afán de conocimiento como pilares esenciales de cualquier sociedad que pretenda considerarse así misma como avanzada.

Dos años después, Carpenter se vuelve a reunir con Kurt Russel en la fabulosa y divertida Golpe en la Pequeña China. En la que se nos cuenta la historia de Jack Burton, casi parodia del antihéroe Carpenteriano antes interpretado por Russel, que lucha contra demonios, monstruos y mafiosos chinos por recuperar su camión. Se trata de una de esas películas que solo pueden entenderse dentro del contexto de los años 80, cuando languidecían los últimos cines de barrio y los cineastas eran aun capaces de tomarse a broma a si mismos. Muchos no la consideraran a día de hoy una buena película precisamente por las mismas razones que a mi, y a muchos de sus partidarios (entre otros los responsables del Mortal Kombat, no lo pueden negar), nos parece, no un film de culto, sino una película a la que de verdad hay que rendir culto por haber contribuido como lo hizo a nuestro imaginario particular. Divertida, pero de verdad.

Ya en 1987, J.C. vuelve al genero de terror con, la que a mi me parece, su película más terrorífica: El Príncipe de las Tinieblas. Es su primera incursión en la demono- logía (y ultima hasta Cigarette Burns) y nos narra nada menos que el adveni- miento del anticristo (no en vano pertenece a la llamada trilogía del Apocalipsis), alrededor de una investigación universitaria en una antigua iglesia asediada por un ejercito de sin techos poseídos y donde veremos entes ectoplasmicos, emisiones televisivas del futuro, portales dimensionales e incluso, si mal no recuerdo, un cadáver reanimado por un breve lapso de tiempo. Muchos la recordaran más por la estelar aparición de Alice Cooper como capitán del ejercito de Homeless que, como los pandilleros de Asalto a la Comisaría del Distrito 13, cumplen la misma función que los zombies de las películas de Romero.

Tras pasar por el terror otra vez, Carpenter decide volver a probar con otra historia de futuro distópoico en la descarada critica del neoliberalismo y el capitalismo del año 88, Están Vivos. Protagonizada por Roddy Piper, uno de los luchadores del Presing Catch de los buenos tiempos, en un personaje que debería haber interpretado Kurt Russel (y no me apeo de ese caballo), esta película nos cuenta que dentro de no muchos años la clase obrera, cada vez más pobre, esta controlada por los medios de comunicación y la policía que defienden el status quo de la clase alta, cada vez más rica, y condicionan el comportamiento de la gente, por medio de mensajes subliminales, para que obedezcan y consuman. Hasta aquí, más o menos, se trata de un documental realista, el elemento fantástico entra en juego gracias a unas gafas de sol que desvelan los mensajes subliminales y que la mayor parte de policías, dirigentes y miembros de la clase alta son en realidad feos extraterrestres. La película, en contra de lo que pueda parecer por lo antes dicho, esta realmente bien, es entretenida y no deja respiro, como ya pasaba con Rescate en N.Y.. Las capacidades de Piper para la lucha coreografiada están muy bien aprovechadas (la pelea en cuestión no es muy realista pero si muy entretenida). El gran pero del film es su final, que resulta acelerado y, como es habitual en Carpenter, tan sobrio y conciso que, en este caso, se queda en insuficiente. Aun así un film nada despreciable para los fanáticos de J.C.

Tras un largo parón de 4 años (estamos en el 92) llega la que tal vez sea la más impersonal de sus películas, Memorias de Un Hombre Invisible. La película, a mayor gloria de Cheavy Chase (que por suerte es el hombre invisible y no hay que verle la cara en la mayor parte del metraje), cuenta con unos estupendos efectos especiales de ILM, entre los que destacan la escena de la lluvia o de la comida, bien dosificados y empleados en el mínimo imprescindible de los casos. La película, que es realmente entretenida y disfrutable, cuenta con la presencia de Daryl Hanna y Sam Neill que se convierten en el punto fuerte de esta, a priori, menos interesante cinta de Carpenter.

Ya en el 93 y junto a Tobe Hooper, Carpenter se mete con un telefilm de capítulos titulado Body Bags, en el que hace homenaje a los cómics de E.C. y a películas como Creepshow interpre- tando a un maestro de ceremonias que presenta las tres historias, que se mueven entre lo correcto, lo cómico y lo tópico y que no tienen mayor transcendencia que la de un producto pensado para el entretenimiento de los que participaron en el, entre los que destacan, en pequeños papeles, Wes Craven, Roger Corman o Sam Raimi.


Continuaremos con la 3 y ultima parte de este articulo dentro de, espero, no mucho tiempo, donde hablaremos de algunas buenas y otras malas películas de uno de los grandes del fantástico y del terror, cuya filmografía ya se extiende, desigualmente, a través de 4 décadas.

Continua aquí...

21/2/07

PICK ME UP

Titulo Original: Pick Me Up
Año: 2006
Duración: 60 minutos aprox.
Nacionalidad: USA
Color

Dirección: Larry Cohen
Guión: David Schow
Fotografía: Brian Pearson
Montaje: Marshall Harvey
Música: Nicholas Pike y Jay Chattaway
Reparto: Fairuza Balk, Warren Kole, Michael Moriarty, Laurene Landon, Malcolm Kennard, Tom Pickett, Peter Benson, Kristie Marsden, Michael Eklund, Paul Anthony, Crystal Lowe, Michael Petroni y Mar Andersons

Los dos psicópatas típicos de carretera aislada estadounidense, el autoestopista que mata a quien ose recogerle y el camionero que mata a quien osa hacer dedo, atacan cada uno por su cuenta a los pasajeros desperdigados de un autobús estropeado. Pronto se dan cuenta de la presencia del otro y entran en competición por la ultima superviviente del autobús.
Así, el capitulo 11 de Masters Of Horror nos plantea una vuelta de tuerca más al subgénero de psichokillers, dejando que toda su propuesta se quede en eso y poco más, esperando que la originalidad (no mucha tampoco) de enfrentar a dos psicópatas sea bastante para aguantar toda la trama... Y lo cierto es que funciona, lo hace principalmente por su duración, con la que agota todas las posibilidades del argumento, seguramente, de tratarse de un largometraje normal, la cosa hubiera hecho aguas por todas partes. También juega, de forma algo gruesa, a la referencialidad, un poco como en Scream, pero sin centrase en ello, lo cual no llega a funcionar del todo (tampoco molesta) y se olvida rápidamente. Lo mejor es, sin duda, el cachondeo con el que Larry Cohen nos presenta todo esto, evidenciado en el final (que como se trata del final no desvelare), o la sensación de aislamiento y soledad, tanto de la carretera como del motel, tan bien conseguida, gracias, principalmente, a la fotografía y al marco geográfico escogido.
El balance final es positivo, aunque inferior al de Incident In And Out Of A Mountain Road, que aunque sea por puro entretenimiento, es muy superior (y eso que no es de mis capítulos favoritos). Su principal fallo: No haber aprovechado la capacidad perturbadora, en el sentido que el lector prefiera, de Fairuza Balk.

20/2/07

TEMBLORES

Titulo Original: Tremors
Año: 1989
Duración: 93 minutos aprox.
Nacionalidad: USA
Color

Dirección: Ron Underwood
Guión: S.S. Wilson y Brent Maddock
Fotografía: Alexander Gruszynski
Montaje: O. Nicholas Brown
Música: Ernest Troost
Reparto: Kevin Bacon, Fred Ward, Finn Carter, Michael Gross, Reba McEntire, Tony Genaro y Victor Wong

El mismo día en que los dos chapuzas oficiales de pueblo deciden abandonar el valle de Perfection para probar suerte en la ciudad, una serie de extrañas muertes se lo impiden. Y es que el valle esta siendo atacado por unas voraces criaturas subterráneas de origen desconocido.
Temblores es una serie b de esas que acabaron por desaparecer de los cines durante los 90 (sigue habiendo series b en el cine, pero el espíritu ya no es el mismo), de esas que, sin ser buenas películas ni pretenderlo, gozan de una dignidad y de un sentido del entretenimiento que las convierten en dignas del aprecio de cinéfagos varios. Inspirada más que vagamente en los gusanos de especia de Dune, con referencias formales (casi cómicas) y argumentales a Tiburón y más de un homenaje, puramente estético, al western, queda clara su vocación referencial, aunque este no sea, ni de lejos su mayor punto fuerte. La realización es correcta pero el pulso narrativo se resiente de vez en cuando, los efectos no son malos para el film del que se trata, la fotografía retrata muy bien el ambiente del desierto sin ningún alarde y el guión es eficaz e incluye momentos que son auténticos hallazgos, como la escena de las pértigas. Pero es en el apartado de los personajes, y más aun de los actores, donde, pese a que la mayor parte de ellos son sosos e incluso ridículos, tiene su mayor punto fuerte: Y es que el dúo protagonista, con los personajes mejor definidos y las actuaciones de Fred Ward, y sobre todo, Kevin Bacon, elevan el nivel de la cinta con solo aparecer en pantalla. Partiendo de que yo soy de la opinión de que el que tenia que haberse llevado el Oscar por Mystic River era Kevin Bacon (no, ni siquiera estaba nominado) y no sus compañeros de reparto, a lo mejor estoy desbarrando, pero es que el estilo de este chico me encanta (de hecho creo que incluso engrandece con su presencia ese bodrio de incomprensible éxito que es Viernes 13) y, de verdad, creo que suma puntos, con un personaje heroico, algo tontorrón, pero sobre todo, "buena gente".
Por cierto, el éxito relativo de publico y critica ha propiciado dos secuelas, una precuela en plan Western y una serie de televisión, solo por esto merece tenerla en cuenta.

16/2/07

JÓVENES OCULTOS

Titulo original: The Lost Boys
Año: 1987
Duración: 97 minutos aprox.
Nacionalidad: USA
Color

Dirección: Joel Schumacher
Guión: Jeffrey Boam, Janice Fischer y James Jeremias
Fotografía: Michael Chapman
Música: Thomas Newman
Reparto: Jason Patric, Corey Haim, Kiefer Sutherland, Dianne Wiest, Barnard Hughes, Edward Herrmann, Jami Gertz, Corey Feldman, Billy Wirth, Jamison Newlander, Brooke McCarter, Alex Winter y Chance Michael Corbitt

Tras su divorcio, y estando en condiciones económicas precarias, una mujer se traslada con sus dos hijos a Santa Carla (conocida por algunos de sus habitantes como la capital mundial del crimen) a vivir con el abuelo, taxidermista para más señas, de estos. Pronto el hijo mayor frecuentara malas compañías, ¿drogadictos? ¡No! Vampiros. Su hermano menor, junto con dos freakys aprendices de Peter Cushing, hará lo imposible por salvarle y deshacerse de los vampiros.
Jóvenes Ocultos es, sin muchas dudas al respecto, la mejor película de Joel Schuma- cher: Divertida, entretenida, de una realización estupenda, aunque efectista y videoclipera (ojo, videoclipera de los 80 estilo Guns 'n' Roses), y, sobre todo, con un estupendo guión, que unido a la presencia de autenticas estrellas juveniles de la época y una estética de lo más apropiada, la convierten en una película a tener muy en cuenta.
Además de esto, que ya es bastante, Jóvenes Ocultos esconde, no mucho, una metáfora sobre la juventud, que aquí es más actual y comprensible hoy que en su época, y el peligro que conlleva la falta de expectativas... Sin extenderme más me remito al titulo original The Lost Boys, que equivale a los niños perdidos de Peter Pan, con el que los cineastas nos dan parte de las claves de esta metáfora, los vampiros, como los niños perdidos, son jóvenes que no quieren crecer y prefieren abandonarse a un eterno hedonismo, pero no penséis que la película es un ataque a la juventud, ni nada por el estilo... No continuo por no caer en spoilers de campeonato, solo decir que, junto con otras cosas, los últimos planos dedicados a Kiefer Sutherland son muy elocuentes a este respecto, así como la afirmación, nada gratuita, de que en la ciudad es fácil encontrar un trabajo siempre que no sea legal.
Uno de los mejores ejemplos de buen cine de terror adolescente.

13/2/07

LA SERPIENTE Y EL ARCO IRIS

Titulo Original: The Serpent And The Rainbow
Año: 1987
Duración: 98 minutos aprox.
Nacionalidad: USA
Color

Dirección: Wes Craven
Guión: Richard Maxwell, A.R. Simoun y Wes Craven (no acreditado)
Fotografía: John Lindley
Montaje: Glenn Farr
Música: Brad Fiedel
Reparto: Bill Pullman, Cathy Tyson, Zakes Mokae, Paul Winfield, Michael Gough y Brent Jennings

La Serpiente y el Arco Iris es, como todo buen acercamiento realista a un tema normal- mente fantástico, una película extraña. Cuenta la historia (real en un porcentaje importante) de Wade Davis, un antropólogo que viaja a Haití en busca del, en principio, mítico polvo zombie por encargo de una compañía farmacéutica que cree poder utilizarlo como anestésico revolucionario. Su búsqueda, en un país al borde de la revolución, no esta carente de peligros y le llevara, incluso, a ser víctima de los mágicos polvos.
La principal característica, a veces virtud y otras defecto, de la cinta es su tono marcadamente realista, cuando no documental, que acompaña de una sobria realización, que no llega a abandonar ni en las recurrentes escenas oníricas ni, cuando al final, decide optar por el fantástico (aunque se pueda interpretar las escenas finales como una batalla desarrollada en la mente del protagonista). Este realismo es una buena forma de suspender la incredulidad del espectador, máxime cuando se nos avisa al principio que el film esta basado en hechos reales, y funciona en la gran mayoría del metraje pero en, las ya mencio- nadas escenas finales cuando Craven opta por el fantástico, no resulta tan eficaz y el final lastra la película. Aun así, si uno entra en la lógica de las ultimas escenas y las encaja como mezcla de realidad y alucinación, el resultado será plenamente satisfactorio, aunque muy arriesgado por parte de Craven.
Dentro de las mayores bondades de esta olvidada película nos encontramos con las secuencias oníricas, la del ataúd llenándose de sangre se lleva la palma, que nos recuerdan que estamos tratando con el director de Pesadilla en Elm Street y que hacen de nexo de unión de este film con el resto de su carrera. Interesante como pocas, y todo un soplo de aire fresco dentro del genero ochentero, plagado de slashers y monstruos antropófagos.

12/2/07

GINGER SNAPS 2: LOS MALDITOS

Titulo Original: Ginger Snaps 2: Unleashed
Año: 2004
Duración: 94 minutos aprox.
Nacionalidad: Canada
Color

Dirección: Brett C. Sullivan
Guión: Megan Martin
Montaje: Michele Conroy
Música: Kurt Swinghammer
Reparto: Emily Perkins, Tatiana Maslany, Eric Johnson, Janet Kidder, Pascale Hutton, Brendam Fletcher, Patricia Idlette, Katharine Isabelle y Jack Mackinnon

La primera secuela de Ginger Snaps toma, en principio, el ya habitual escenario de un hospital o, en este caso, centro de desin- toxicación donde la super- viviente del anterior film esta encerrada por error al producirse un equivoco con su problema real y la adicción a las drogas. La diferencia es que en este caso el hospital es abandonado mediado el metraje, que lejos de ganar en originalidad, rompe la estructura narrativa de la historia. Lo cierto es que hubiera podido empezar con la fuga y no con la captura y la película hubiera contado lo mismo, salvo que tal vez mejor. Salvo este y otros problemas de estructura de guión, el final llega muy tarde y es muy acelerado (ademas de ser más propio de un capitulo de Más Allá del Limite que de una película), Ginger Snaps 2 es un correcto film de serie B cuyo principal problema reside en no estar a la altura del original... Y es que no es muy habitual encontrar películas de terror adolescente tan frescas, acidas, criticas y, por que no decirlo, buenas como la primera Ginger Snaps.
Obviando comparaciones, se trata de una película de una corrección formal ejemplar, no en vano el director fue antes montador (de hecho se trata del montador de Ginger Snaps), capaz de asustar cuando se lo propone (lastima que no sea muy a menudo) y con capacidad de entretener más que sobrada. Ademas se aprovecha para mejorar los efectos de maquillaje y el disfraz de licántropo, dos puntos en los que flojeaba la primera parte, aunque sigan sin ser del todo convincentes.
En definitiva, se trata de una película que se deja ver sin complejos pero que lo hace desde la sombra que proyecta su primera parte que no puedo evitar volver a recomendar desde aquí.

5/2/07

CRITTERS

Titulo Original: Critters
Año: 1986
Duración: 86 minutos aprox.
Nacionalidad: USA
Color

Dirección: Stephen Herek
Guión: Stephen Herek, Don Opper y Dominic Muir
Montaje: Larry Bock
Fotografía: Tim Suhrstedt
Música: David Newman
Reparto: Billy Green Bush, Don Opper, Scott Grimes, Dee Wallace-Stone, Nadine Van Der Velde, Terrence Mann, M. Emmet Walsh, Billy Zane, Ethan Phillips y Lin Shaye

Critters es la respuesta de la serie B al éxito de la producción de Spielberg, Gremlims, y el resultado es una película de terror de sobremesa. Se trata de la historia de una familia asediada en su granja aislada por unos alienígenas gamberros y caníbales, cuya única esperanza son dos cazarecompensas espaciales más destructivos que resolutivos.
Critters es una de esas series B de terror dirigidas al publico más joven, el mismo publico que el de los cómics de E.C., como Historias de la Cripta, lo cual nos permite aventurar que nos vamos a encontrar en la película. Desde el protagonismo de un Daniel el travieso, los voraces Critters subtitulados sin necesidad (aun así de lo más cómico y divertido), ausencia de vísceras y escasas muertes, cachondeo sanote y algo de suspense aderezado con algún susto, rebajado con el humor que aporta la búsqueda realizada por los Caza Critters. En los aspectos puramente cinematográficos, lo cierto es que no resalta particularmente en nada, ni siquiera por una corrección clásica, no se puede hablar aquí de una planificación sobria o clásica pero eficaz, sino de una dirección correcta sin más. En lo que se refiere al plantel actoral destaca Dee Wallace-Stone, más por ser rostro conocido del publico por sus apariciones en Cujo, Aullidos o E.T. que su interpretación de madre histérica pero con buena puntería con la escopeta. Con todo, y sin ser una maravilla, el film es resultón, eficaz y, en cierta medida, entrañable, que ademas conoció dos secuelas bastante dignas y otra más que no lo fue tanto.

1/2/07

DRACULA, PRINCIPE DE LAS TINIEBLAS

Titulo original: Dracula, Prince Of Darkness
Año: 1965
Duración: 87 minutos aprox.
Nacionalidad: UK
Color

Dirección: Terence Fisher
Guión: Jimmy Sangster y Anthony Hinds (como John Sansom)
Fotografía: Michael Reed
Montaje: Chris Barnes
Música: James Bernard
Reparto: Christopher Lee, Barbara Shelley, Andrew Keir, Francis Matthews, Suzan Farmer, Charles Tingwell, Philip Latham y Thorley Walters

Esta tardía secuela del mítico Dracula de la Hammer Films parte del final de la primera parte, obviado la estupenda Las Novias de Dracula, y relata la resurrección del infame vampiro gracias a un sacrificio humano y como un ingles, en compañía de un fraile, se encargara de destruirlo de nuevo.
Pese a no estar al mismo nivel que el gran clásico, sigue siendo una película sobre- saliente, en la que se ve en todo momento la marca del genio. Y es que la marca de Fisher es clara y onda, destacando una sobria planificación, donde escasean los primeros planos y vemos a los protagonistas siempre abrumados por el entorno, engullidos por el escenario. Y, aunque, como ya he dicho, se trata de una película menos redonda, si que profundiza más en los elementos propios del mito vampírico tal y como lo planteo en los anteriores films. El vampiro como un depredador, libre de las ataduras morales (en concreto el sexo, explicitado el el personaje de la cuñada del caballero ingles) y más animal que hombre (en esta ocasión Dracula no llega a articular palabra). No solo eso, también introduce elementos no empleados anteriormente, el mejor ejemplo es el de la ceremonia de resurrección, con sacrificio humano, clara referencia a la llamada magia póstuma (con la que en teoría uno puede llegar a convertirse en vampiro y que representa el reverso de la alquimia y su búsqueda de la piedra filosofal), la cual sería revisitada en otras ocasiones como en Los Ritos Satánicos de Dracula. Aunque si por una razón es especial esta película, es por la vuelta de Christopher Lee al personaje, que desde ese momento interpretaria en múltiples ocasiones, aunque se eche de menos, y mucho, a Peter Cushing, con quien, por suerte, si coincidiría muchas veces en el futuro.
De las buenas de la Hammer, revisarla si podéis.