SICK GIRL

Titulo Original: Sick Girl
Año: 2006
Duración: 60 minutos aprox.
Nacionalidad: USA
Color

Dirección: Lucky McKee
Guión: Sean Hood
Fotografía: Attila Szalay
Montaje: Andrew Cohen
Música: Ben Boyer y David Lopez
Reparto: Angela Bettis, Erin Brown, Jesse Hlubik, Marcia Bennett, Chandra Berg y Mike McKee

Este capitulo de Masters of Horror resulta peculiar, su mezcla de comedia romántica con terror (nada que ver con Zombies Party) le da cierta frescura si se compara con el resto de capítulos de la serie, no es que sea mejor que el resto, pero si eleva la media final de la serie. Y es que esta historia esta dividida en dos partes diferenciadas estilísticamente (hasta el cómico pre-apocalíptico happy end) pero entrelazadas sabiamente en la narración. La primera cita entre la etnólogo protagonista y su admiradora ocupa gran parte de la cinta, y lo hace de una forma deliciosa y divertida, apoyandose en las buenas interpretaciones de las actrices, aunque todo queda empañado por una sensación de angustia debida a que nosotros sabemos que el extraño insecto anda suelto y que algo terrible acabara ocurriendo. Poco a poco nuestros temores se irán cumpliendo y nos encontraremos con una historia que se asemeja en gran mediada a algunos de los clásicos films de Cronenberg como puedan ser La Mosca o Rabia. Todo esto aderezado con un discurso anti-homo- fobico, que no solo se reduce al la vieja casera, que redondea el producto.
Por otro lado, el formato de una hora vuelve a ser beneficioso para una historia que hubiera aguantado como mucho 20 minutos más sin resultar tediosa o repetitiva, y teniendo en cuenta que la duración estándar de una película de hoy día a pasado a ser 2 horas, pues no hace falta decir que mejor así.
Ademas esta historia podría fácilmente perder parte de su encanto de sacarla de su contexto como capitulo de Masters of Horror, cosa que no ocurre, por ejemplo con El Fin del Mundo en 35mm, el capitulo de Carpenter. Lo único que no convence de Sick Girl es el estúpido sentido del humor del amigo de la protagonista y los absurdos efectos de los planos subjetivos del monstruoso insecto. Aun así merece la pena dedicarle la hora que dura.