HELLRAISER

Titulo Original: Hellraiser
Año: 1987
Duración: 94 minutos aprox.
Nacionalidad: UK
Color

Dirección: Clive Barker
Guión: Clive Barker
Fotografía: Robin Vidgeon
Montaje: Richard Marden y Tony Randel
Música: Christopher Young
Reparto: Andrew Robinson, Clare Higgins, Sean Chapman, Ashley Laurence, Oliver Smith, Robert Hines, Doug Bradley, Anthony Allen, Leon Davis, Michael Cassidy y Kenneth Nelson

Larry y Julia Cotton se mudan al viejo caserón familiar de Larry, sin saber que el hermano de este, Frank, murió allí al invocar a los Cenobitas con una extraña caja. Pero de alguna manera, algo de Frank permanece entre las paredes del ático y vuelve parcialmente a la vida cuando la sangre de Larry mancha el suelo de la habitación...
Para su estreno como director de cine, Clive Barker eligió adaptar una de sus propias novelas cortas; The Hellbound Heart (Hellraiser en su edición española), obra con la que da una nueva vuelta de tuerca al vampirismo, posiblemente la mayor del siglo 20. Curiosamente no es esto lo más celebrado del film, de hecho casi nunca se hace referencia a ello, si no que la atención la acaparan, no sin justicia, los Cenobitas y su novedosa estética sado- masoquista. Y eso que solo actúan como Deus ex machina, teniendo apenas protagonismo hasta los minutos finales del film, esos que piden a gritos un remake por lo cutre de sus efectos visuales (remake del que se esta hablando muy mucho últimamente). Con todo, la imagen de los Cenobitas es tremendamente sugestiva y encaja perfectamente con el estilo del resto del film, y es que, aunque Barker no es un gran director, si es un maestro en lo que a crear atmósferas enrarecidas se refiere, siendo esta una de las principales virtudes de la película, a la que ayuda la fuerza de su banda sonora y una fotografía lavada que consigue crear un efecto acorde al argumento, pese a tener un aspecto algo chungo.
En definitiva, nos encontramos con un gran clásico del genero a tener muy encuentra, algo mal envejecido por sus FX finales (cutres incluso en su época) y una fotografía que, aunque consigue el efecto deseado, le pone a la película más años encima de los que realmente tiene. Aun así, y aunque creo que no hace falta decirlo, de visión obligada.