BUBBA HO-TEP

Titulo Original: Bubba Ho-Tep
Año: 2002
Duración: 92 minutos aprox.
Nacionalidad: USA
Color

Dirección: Don Coscarelli
Guión: Don Coscarelli
Fotografía: Adam Janeiro
Montaje: Scott J. Gill y Donald Milne
Música: Brian Tyler
Reparto: Bruce Campbell, Ossie Davis, Ella Joyce, Bob Ivy y Heidi Marnhout

Elvis Presley pasa sus últimos días recluido en una residencia de ancianos sin que nadie, salvo el presidente Kennedy (que por cierto, fue teñido de negro por conspiradores después del fracasado atentado de Dallas), crea que es el realmente. Sus días pasan sin variación ninguna hasta que una momia succiona almas convierte la residencia en su coto de caza. El Rey decide enfrentarse a ella, recupe- rando así su dignidad, su amor propio y sus funciones eréctiles...
Partiendo del hecho de que Don Coscarelli no es precisamente un buen director, de que su mayor éxito sea la saga Phantasma (esa valeriana que muchos tomamos en formato VHS y que algunos con menos suerte vieron en cines), y de que su mayor logro cinematográfico sea ese correcto capitulo con el que se iniciaba la primera temporada de Masters of Horror, no es de extrañar que no albergara grandes expecta- tivas con respecto a Buba Ho-Tep. Esto, que de por si siempre es una buena manera de predisponerse a ver una película, es lo que probablemente me permitió llevarme una grata sorpresa con esta. Y es que, aunque Bubba Ho-Tep arrastra todos los problemas de ritmo, guión y buen hacer cinematográfico de la mayor parte de las películas de su director, su descaro, humor e innegable pretensión de ser una gran peli birrera la salvan de cualquier defecto de peso que pueda tener. En definitiva, seria un tostón si no fuera tan premedita- damente absurda.
Ademas de todo este absurdo cómico, a mayor gloria de Bruce Campbell, Bubba Ho-Tep esconde una reivindicación de la tercera edad; encarnada en dos personajes que tanto da que sean unos incomprendidos apartados o que estén completamente seniles, ya que sea como sea, se arriesgan a perder sus vidas y sus almas por defender las de sus compañeros de la residencia, recuperando, por el camino, su dignidad y sus ganas de vivir perdidas en ese deprimente entorno.